Entrevista a Raúl Perán – Máximo responsable de Deutsche Zurich Pensiones
La aseguradora Zurich y Deutsche Bank crearon en 2002 una joint venture para competir en el segmento de los planes de pensiones. Ahora gestionan 1.200 millones de euros en planes de pensiones individuales (distribuidos en las sucursales de Deutsche Bank y de Zurich) y planes de pensiones de empresas. Se trata de una de las pocas gestoras de fondos de pensiones españolas controladas por capital extranjero.
P – ¿Por qué hay tan pocas gestoras extranjeras en planes de pensiones?
R – El plan de pensiones es un producto bastante complicado. Montar una gestora tiene muchas exigencias normativas, y requiere un respaldo administrativo importante. Los fondos de inversión están más estandarizados. Además, la banca tiene muchísimo poder en la distribución de planes de pensiones, y no es fácil entrar.
P – ¿Cómo se distribuye su negocio?
R – El 70% de los activos que gestionamos está en planes de pensiones individuales, unos 800 millones de euros, y el resto en planes de pensiones de empleo. En individuales, la mayor parte los comercializamos a través de las oficinas de Deutsche Bank.
P – ¿A qué achaca el fuerte crecimiento que han tenido en los últimos años?
R – Hemos tenido rentabilidades muy atractivas. Somos los segundos mejores en un plazo de 10 años. A cinco años ocupamos la tercera posición, según un estudio de Mercer. También ha funcionado la estrategia de captar dinero que estaba en planes de previsión asegurados, un tipo de producto que garantiza un retorno y que, con los bajos tipos de interés, ofrecía rentabilidades muy escasas. Entre 2002 y 2019 hemos logrado captar más de 400 millones de euros en planes de pensiones.
P – Sin embargo, el sector de los planes de pensiones lleva años languideciendo…
R – En el caso de los planes de pensiones de empleo, una de las claves es que desde hace años está vetada la aportación a los planes de funcionarios. Muchas empresas privadas también han recortado esta aportación. Cada vez se crean menos planes de previsión de empleo. Además, a la gente le echa para atrás que el dinero no esté disponible hasta que no pasen 10 años. También es clave que en España las pensiones públicas que tenemos son muy generosas.
P – ¿Los planes de pensiones son demasiado rígidos?
R – Es un vehículo con muchas ventajas. Los planes de pensiones de empresa tienen gastos muy bajos y, en general, la ventaja del diferimiento fiscal es muy atractiva. Además, el producto se puede rescatar a los 10 años. Una de las limitaciones es que en los planes empleo el trabajador no puede definir su perfil inversor.
P – ¿Las rentabilidades de los planes de pensiones han sido malas?
R – Depende mucho del periodo analizado. Si te fijas en un plazo de 20 años, son bajas, pero es que ha habido dos crisis gravísimas, en 2001 y en 2008. En los últimos años han pesado mucho los bajísimos tipos de interés, que hace muy difícil poder sacar rentabilidad en planes conservadores. En planes de empleo han sido bastante más atractivas.
P – ¿Se apoyan en sus accionistas para gestionar?
R – Sí. La parte de inversiones está delegada en DWS, del grupo Deutsche Bank. Se trata de una de las mayores gestoras de Europa y nos permite acceder a muchísimos tipos de inversiones. También nos permite ser pioneros en inversiones alternativas. Este tipo de inversiones son muy importantes para nosotros y en algunos de nuestros planes vamos al límite legal del 20%. Del total de nuestras carteras, el peso es del 4%.
P – ¿Por qué son tan importantes?
R – Con los bajos tipos de interés, las inversiones en fondos alternativos de capital riesgo, de inmobiliario o de leasing, son una opción muy atractiva. Estamos tratando de convencer a las comisiones de control para aumentar el peso de los activos alternativos. Los planes de pensiones deberían invertir más en este tipo de activos.
P – ¿El ahorrador español es muy conservador?
R – Sí. Lo vemos especialmente en las comisiones de control de los planes de empleo [compuesta por representantes de la empresa y de los trabajadores]. Al final, responden ante todo el colectivo, y les cuesta asumir cualquier posición de riesgo, o introducir activos alternativos. O ciclos de vida, para que los trabajadores más jóvenes puedan asumir mayores riesgos. Hay excepciones, con algunos planes de empleo que invierten un 40% en Bolsa. Lo que es tremendo es que haya trabajadores de 30 años que tienen todo su dinero en planes conservadores.
P – ¿En qué consiste aplicar un ciclo de vida?
R – Se combinan en un plan dos fondos, uno muy conservador, y otro con mucha Bolsa. En función de la edad, cada trabajador tiene más peso del fondo de pensiones de Bolsa y menos del de renta fija. Cada tres años, se van haciendo rebalanceos. Cuando tienes 30 años, el 100% de las aportaciones van al fondo arriesgado, pero cuando tienes 60 años, casi todo el dinero está en el conservador.