Los mayores españoles acumulan más de 600.000 millones de euros ahorrados en viviendas en propiedad
España envejece y lo hace rápido. Las costuras del sistema público de pensiones se tensan. Y todo ello en medio de una cuestionada salida de la crisis económica en la que España tembló más que otros países europeos porque sus cimientos eran de barro: una burbuja inmobiliaria que estalló en 2008 arrojando millones de parados, empresas en quiebra y hasta un‘banco malo’ lleno de activos tóxicos, que aún no se han acabado de digerir. La duda, por tanto, es cómo se puede sostener el Estado del bienestar con una hipoteca sobrevenida por la crisis tan amplia. ¿Cómo pagar pensiones crecientes con una deuda que supera el 100% del PIB y un déficit que aún es del 2,6%? La respuesta para cada vez más agentes económicos es con otro hipoteca. Es el momento de hacer de la necesidad virtud. Así es que lo bueno de aquellos años de construcciones de viviendas desenfrenadas es que gran parte de esas personas mayores tienen en propiedad cerca de 600.000 millones de euros en inmuebles. No es sorprendente, por ello, que aseguradoras, gestores independientes e incluso el Banco de España vean un potencial (y un negocio) enorme a las puertas: licuar todo ese dinero para cubrir los agujeros del estado del Bienestar mientras las cuentas del Estado se recuperan.
España envejece y lo hace rápido. Las costuras del sistema público de pensiones se tensan. Y todo ello en medio de una cuestionada salida de la crisis económica en la que España tembló más que otros países europeos porque sus cimientos eran de barro: una burbuja inmobiliaria que estalló en 2008 arrojando millones de parados, empresas en quiebra y hasta un ‘banco malo’ lleno de activos tóxicos, que aún no se han acabado de digerir. La duda, por tanto, es cómo se puede sostener el Estado del bienestar con una hipoteca sobrevenida por la crisis tan amplia. ¿Cómo pagar pensiones crecientes con una deuda que supera el 100% del PIB y un déficit que aún es del 2,6%? La respuesta para cada vez más agentes económicos es con otro hipoteca.
Es el momento de hacer de la necesidad virtud. Así es que lo bueno de aquellos años de construcciones de viviendas desenfrenadas es que gran parte de esas personas mayores tienen en propiedad cerca de 600.000 millones de euros en inmuebles. No es sorprendente, por ello, que aseguradoras, gestores independientes e incluso el Banco de España vean un potencial (y un negocio) enorme a las puertas: licuar todo ese dinero para cubrir los agujeros del estado del Bienestar mientras las cuentas del Estado se recuperan.
Y al otro lado de esa ventana que se abre está la hipoteca inversa, la apuesta de las entidades financieras antes de la crisis que nunca llegó a cundir por la desconfianza que generaba y su complejidad. Este producto destinado a mayores de 65 años se resume en que el contratante obtiene una renta respaldando ese ingreso con su inmueble. Ahora bien, esos mayores no llegaron nunca a confiar de forma masiva en este producto que se blindaba a través de seguros por si el interesado acababa viviendo más años de los previstos y consumiendo rentas por encima del valor de su inmueble.